Verbena


He permanecido horas distante de lo que acontece a mí alrededor, he esperado a que mi bebida se termine y la fila del baño parece inexistente. El bar lleno de gente que desconozco, de tipos con los que quisiera entablar cualquier tipo de conversación. Tus labios con su aire distraído suelen ser mi mejor motor, al igual que mi distracción.
Hay un tipo fumando aquí y esto parece ser un área de no fumar, pero eso no me molesta en este momento. Para ser sinceros, lo único que parece un sueño es tu voz, tu mar de sonidos que salen a cada momento. El jardín que tienes a tus pies mientras vas recorriendo la ciudad desértica que te antecede.
Alguien ha invadido mi mesa, parecen ser dos chicas. Una tiene labial en exageración la otra insiste en que le inviten una bebida. No es que sea quisquilloso, pero porque he de ser yo. La música se vuelve frenética, mientras la gente se pone sentimental.
Tengo un mal presentimiento. Uno de esos que me dicen de antemano, no voy a conocer tu nombre, no esta vez, no en esta ciudad, no en este tiempo, quizá ni en esta vida. Me conformaré con imaginar la ambigüedad que puede encerrar.
Las palabras que vas hilando parecen escapar a la velocidad de mi escucha, pero mi bebida se ha consumido.

Leave a Reply

¿Entonces?