De pronto me gustaría volverme
salvaje y perderme contigo, quitarte lo civilizado a besos, mostrarte las proezas
de la noche sobre la ciudad; los
reflejos de tu piel desnuda se vuelven tornasol sobre el capote del auto,
el calor se vuelve visible y el aire se disipa entre tu cabello. No hay razón,
no hay nada que nos pueda hacer volver a donde pertenecemos, nos pertenecemos
el uno al otro de manera involuntaria, nos pertenece el silencio y el desierto,
la piel y los gemidos.
No me gustaría perderme de otra
manera, de volverme civilizado y portar traje; de tener el reloj encima del
hombro y el correo timbrando cada 3 minutos. No.
Te quiero salvaje, sin maquillaje
ni banalidades. te quiero para perdernos, ser errantes y no-sincronizados, para
vernos morir lentamente; sabes que no me importaría.