Pinche Bob Dylan


Las luces del semáforo están parpadeando, dando paso a una nueva oleada de vehículos. las personas alrededor van siendo cada vez menos y los ruidos de las cantinas se cuelan entre las estructuras; a momentos creo que rigo tovar esta esperando el camión conmigo. el alcohol en la sangre me hace dudar de que pueda regresar casa; al menos no ileso.
Cuando creo que todo va tranquilo, me aborda un tipo; puedo notar que está completamente ebrio o esta a minutos de estarlo. Tiene una trenza que le llega hasta la mitad de la espalda y un tatuaje en el cuello. entonces me pide que le haga el favor de avisarle cuando pase el camión 222, que justo acaba de pasar. 
la verdad es que después de escuchar su petición, no me siento muy diferente a él. le pregunto que si estaban buenas las cheves y me lo afirma con un “clarines”. Entonces me dice, que se nota que yo ando bien, pero enseguida le digo que traigo también unas cervezas encima.
Luego, como era de esperarse, llega mi camión y nos despedimos con un suerte; que al menos tengo la certeza, le digo con sinceridad.

Leave a Reply

¿Entonces?